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31 dic 2009

[Fanfic]Gracias...

Esta historia no es nada original, lo sé. Pero es lo que me sucedió.

Aun recuerdo ese día, ambos nos habíamos quedado atorados en esa tienda debido a la lluvia, debí haber tomado eso como una señal de que lo que seguiría en mi vida estaría lleno de lágrimas? Te acuerdas?

Era de noche, una noche particularmente oscura, había ido a la tienda que se encontraba a unas cuantas cuadras de mi apartamento porque mis antojos fueron más grandes que yo, y porque mi compañera de habitación estaba ocupada con un informe para su trabajo. Así que decidí tomar las llaves de mi auto rentado y ponerme en marcha. El cielo estaba nublado, se notaba por la ausencia de estrellas en el.

Terminando de escoger los dulces que me parecieron de mí agrado, ya que no era de ese país. Mi compañera y yo, éramos más que compañeras. Ella era como la hermanita que nunca tuve. Yo era 5 años mayor que ella, pero esa diferencia de edad no significaba nada, podíamos amanecer hablando de todo y de nada a la vez, la quería mucho, aun lo hago.

Habíamos ido a Corea, porque a ella la trasladaron por su trabajo, solo durante seis meses, después de eso podía volver a Venezuela, y yo vine por unas buenas y bien merecidas vacaciones, ya me hacían falta. Si que aproveche la oportunidad y como dicen en mi ciudad, me enchufé.

Siempre habíamos soñado con ir a Corea, y que mejor oportunidad? Desde hace 5 años que nos conocemos, y me atrevo a decir que la conozco más que a mí misma. Ese viaje seria inolvidable para ambas. Y si que lo fue.

Recuerdo haber visto a un chico que me pareció terriblemente conocido, pero, como lo iba a conocer? Si a penas tenía una semana en el país y jamás había venido antes, de paso, no conocía a ningún coreano en mi país como para decir que “casualmente” el también estaba ahí.

Pagué y me dispuse a salir de la tienda cuando escuche unos gritos provenientes de adentro. No me asusté, porque pude reconocer los gritos como de fangirls. Habrá algún famoso en la tienda? Me pregunté y en eso fue que te vi.

Lucias como desesperado, fue muy gracioso para mi verte así. Tus ojos lucían desorbitados y buscabas con desespero algún lugar en donde ocultarte.

Al salir abruptamente de la tienda chocaste conmigo y mis bolsas cayeron al suelo. Inmediatamente las recogiste y te apresuraste a disculparte con una reverencia. Creo que no te diste cuenta de que llovía, ya que saliste caminando rápidamente hacia la otra acera.

Al darte cuenta de eso, ya era muy tarde, estabas ya empapado, ya que llovía a cantaros. Te detuviste bajo un techo de un kiosco que estaba ya cerrado, era muy tarde, pero aun así habían algunas chicas soltando griticos y fueron hacia donde tú te encontrabas. Pobrecito. Pensé. Esta atrapado, no pasara mucho antes de que esto se llene de fans.
Así que corrí hacia mi auto, lo abrí y metí las bolsas, pero también me había empapado, ya que estaba al otro lado de la acera, a unos metros de ti. Mi mirada se encontró con la tuya cuando termine de abrir la puerta del piloto y no pude evitar reírme, lucias desesperado.

Mordí mi labio, no podía dejarte ahí, o si? No… serias brutalmente violado por fans locas… jajajajaja. Aun me rio de todo eso.

Mi mirada pasó de la tuya hacia el auto, varias veces hasta que al fin decidí arriesgarme, tus fans seguramente me asesinarían después de esto, pero, al menos tu estarías a salvo.

“Hey!” grite sobre los murmullos y griticos de tus fans. “hurry up!!” te hice un ademan para que corrieras hasta el auto, me metí apresuradamente y encendí el auto. Abrí la puerta del copiloto y espere a que reaccionaras. “If you wanna live, come with me!” grite desde adentro y ahí fue que reaccionaste.

Saliste corriendo, empujando sin querer a las chicas que estaban alrededor tuyo y entraste de un salto al auto, cerraste la puerta y arranque rápidamente del lugar. Pude ver por el espejo retrovisor que las chicas nos perseguían corriendo y otras montadas en motos. De donde sacaron las motos!? Me pregunte atónita. Pero, aprendí a manejar en Venezuela, en Puerto la Cruz para ser más específica. Allá uno aprende a esquivar peatones, carros y perros callejeros antes de aprender a estacionarse, no es juego! Así que se me hizo muy fácil perderlas de vista.

15 minutos más tarde estábamos parados en un semáforo con la luz roja y fue que suspire aliviada. “Are you ok?” pregunté mirándote de reojo.

Creo que tu lucias más nervioso que yo, será que pensaste que te secuestraba?

“Jaejoong shii…?” te llamé y luciste muy extrañado. “Are you ok? Are you hurt or something?” volvi a preguntar y tu negaste con la cabeza.

“You…” dijiste algo nervioso. “tank you…?”

No pude evitar sonreír, lucias como un niño perdido y mojado con la lluvia. Al parecer mi sonrisa te calmo un poco, ya que también sonreíste.

Es lo más trillado, cursi y ridículo que jamás he dicho en mi vida y creo que jamás lo volveré a decir, pero creí haber escuchado fuegos artificiales, y ver estrellitas cuando me dedicaste esa primera sonrisa. Lucias… oh dios, no tengo palabras paras describir todas las emociones que se revolvieron dentro de mí. Ese amor que creía que con los años había superado.

Ese amor de fan a ídolo. Aun recuerdo cuando tenía 21 años, cuando mis ojos los vieron por primera vez. Fue con ese video, Triangle. Lucia endemoniadamente sexys. Hermosos. Siempre lo había dicho, el nombre les quedaba como anillo al dedo, ya que ustedes para mi eran unos Dioses.

Recuerdo que me gusto inmediatamente Junsu. Se veía malo, sexy en ese video, luego fui viendo mas videos, escuchando mas canciones y conociéndolos un poco a través de la pantalla de mi computadora. Y fue inevitable caer por ti.

Con el rostro de un ángel y el cuerpo de un demonio me cautivaste. Tu voz era tan suave como la seda misma. Tu sonrisa era el rayo de luz que alumbraba mi vida en esos días, no era nada fácil mi vida, pero tú me diste las fuerzas para continuar.

Con tus locuras, tus ocurrencias, tus ojos, tu boca, con todo. Todo sobre ti me provocaba, me cautivaba e inevitablemente caí como todas tus fans, me sedujiste.

Pero con el pasar de los años, con todas las cosas que tenía en mi cabeza, los problemas, el trabajo, con la vida pasándome, ese sentimiento lo guarde en un cofrecito en mi pecho bajo llave. Tenía que dedicarme a mis estudios y luego a mi trabajo, no podía seguir pasando las horas del día escuchando tu voz y viendo tus videos. Tenía que seguir adelante, y así lo hice. Nunca me olvide de ti, que eso quede claro, solo, pasaste a un segundo plano.

“Estas empapado, quieres que te lleve a un lugar en especifico?” te pregunté y me volviste a ver. “No, TU estas empapada, enfermaras!” exclamaste algo preocupado.

Vi que el semáforo había cambiado a verde y continúe manejando. Con la vista fija en el camino dije. “no soy yo quien tiene que cuidar de su voz”

Luciste algo asombrado, “Sabes quién soy!?” exclamaste, aun no sé si eso fue una pregunta.

“Claro, quien no conoce tu rostro? Eres Youngwoon Jaejoong, Hero Jaejoong, Kim Jaejoong.”

Con el rabillo del ojo vi que tragaste y suspiraste. “Tranquilo, no soy una de esas fans psicópatas obsesionadas, no te raptare ni te obligare a casarte conmigo” dije riendo y tú reíste también, creo que tu risa fue de alivio. De verdad tenían fans así?

Me indicaste el camino hacia tu casa, eso me extraño. Como le diste la dirección de tu casa a una fan? Así tan fácil? Qué tal si yo si era una psicópata obsesionada? Y ni siquiera era de ese país, bastaba con verme una sola vez. Mi cabello estaba a la altura de la cintura y era rubio. Mis ojos eran de un marrón claro y no los tenía rasgados. Mis rasgos eran los típicos de una latinoamericana, con la excepción de mi nariz. Una herencia de mi abuela argentina, porque no saque los ojos azules de mi abuelo!? Anyway…

Llegamos a tu casa “fue un placer Jaejoong shii, espero que no enfermes.” Te dije despidiéndome.

“No, el placer fue mío, me salvaste, pero porque te despides? Estas toda empapada! Ven conmigo.” Dijiste y apagaste el carro, tomando las llaves y dejándome sin más remedio. Saliste del auto y me esperaste en la entrada del edificio.

Pero este tipo si es confianzudo! Pensé. Pero como tu tenía las llaves de mi auto, que más…

Caminamos hacia adentro y nos subimos al ascensor. Vi que marcaste el último piso y esperamos. Esperamos BASTANTE ya que el edificio tenía 15 pisos. El silencio era algo incomodo. Yo miraba hacia todos lados, intentando con todas mis fuerzas no mirarte.

“Ahora tu eres la nerviosa?” dijiste en forma de broma.

Yo hice un puchero. Demonios, Yunho me dejo esa mala maña luego de ver su drama, Heading to the ground, recuerdas? “serás muy famoso, podrás ser Hero Jaejoong, pero como no estar aterrada si voy a la casa de un extraño?” te dije aun con ese bendito puchero.

Volviste a sonreír y… oh dios, no volveré a repetir lo que sentí! Es demasiado cursi!

“Tranquila, no soy un psicópata obsesionado.” Citaste mis palabras y también me reí.

Llegamos a la entrada de tu departamento, introdujiste la clave y yo mire hacia otro lado, sabía perfectamente que si miraba los dígitos jamás los podría olvidar, aunque luego tu mismo me diste la clave...


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“Te acuerdas de cómo nos conocimos? Ese día me reí muchísimo al descubrir que Yoochun aun miraba caricaturas, y las que a mí me gustaban! Esas de hanna barbera, las viejas, las clásicas…

Quien iba a pensar que nos conoceríamos gracias a la lluvia, gracias a mis antojos y gracias a tus fans? Creo que todo fue el destino. Jamás fui creyente de eso del destino, pero tú y yo estábamos destinados a conocernos, lo sé muy dentro de mi corazón.

Como es que puedo recordar ese día con tantos detalles? Si hace más de 2 años que eso sucedió. Y no recuerdo ni lo que almorcé ayer?

Es increíble como resultaron las cosas. Te amo. Lo sabías? Te amo como algo más que un amigo.

Te ves realmente hermoso, Jaejoong. Con tu traje negro, bajo el techo de esta iglesia, y yo con mi traje blanco. Debo decirte que los anillos son hermosos. Perfectos.

Siento mucho decirte todo esto, pero no podía dejar que te casaras sin que lo supieras. Ella es realmente afortunada. Jamás creí que sería la dama de honor de tu boda, Jaejoong. Pero si es con ella, no tengo ningún problema.

Ella te ama, muchísimo más de lo que yo te amo. Por eso puedo aceptar el hecho de que te casas.

Ella te hará muy feliz, lo sé, después de todo es mi hermanita. Supe que este día llegaría, lo supe a penas los presenté. Tus ojos brillaron con gran fuerza al posarse en ella. Fue, como cursimente lo llaman, amor a primera vista. De parte tuya, ya que ella te ha amado durante muchos años Jaejoong. Mas te vale hacerla feliz, porque si no yo misma me hare cargo de cavar tu tumba”

Dije juguetonamente y Jaejoong me miro con una mezcla de alegría y nostalgia. “vamos? Se supone que el novio es quien espera en el altar” le dije tomándolo del brazo y terminando de entrar en la iglesia.


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Todo estaba decorado con orquídeas blancas. Orquídeas, me sentí en casa.

Jaejoong se paró a la derecha, mientras que yo a la izquierda, y mirando hacia la puerta apareció ella. Mi hermanita. Jamás la había visto tan hermosa. Su vestido era largo, blanco, con unos cuantos cristales haciendo de cinturón en su cintura, era sencillo, pero hermoso. Como ella.

Vio a Jaejoong y sus lagrimas se asomaron, este era el día que había esperado toda su vida, el día de su boda, el día en que se casaría con el amor de toda su vida.

Luego me miro y me sonrió. Mis ojos se aguaron inmediatamente. Lucia tan feliz, jamás la había visto así. Irradiaba luz. Llegó hasta el altar tomando la mano de Jaejoong y ambos se pararon al frente del padre.


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“Addie, Virginia te dejo esto.” Dijo Jaejoong entregándole un sobre a su ahora esposa.

“En donde esta ella? No la vi después de la boda” dijo Addie.

Jaejoong se encogió de hombros y le hizo un ademan para que leyera la carta.

Estaban en la limosina que los llevaría a la recepción de la boda.

Ella la abrió y leyó.

.-Gemela. Tenia tiempo sin llamarte así, recuerdas como nació ese nombre? a ambas nos gustaban las mismas cosas, hasta adivinábamos lo que la otra diría. Éramos prácticamente la misma persona, solo con ciertas cosas que nos hacían especiales, diferentes.

Alguna vez te dije que sentí celos de ti?

El día en que Jaejoong y tu se conocieron, el sonrió como nunca antes me había sonreído a mí, se que yo era solo su amiga, y que jamás me vería de otra forma, pero… mantenía mis esperanzas, las cuales se esfumaron al momento en que vi sus ojos al mirarte.

El te ama, lo sé. Soy su mejor amiga o no? A pesar de que me entristece solo un poco, les deseo lo mejor, son mis mejores amigos y ambos son felices. No puedo pedir más.

Siempre supe que tu amor por él era muchísimo más grande que el que yo le tengo. Creo que por eso fue que los presente en primer lugar. Dude, sabes?

Dude en si presentarlos o no, pero no podía privarte de la felicidad, no sabía si el sentiría lo mismo que tu, eso no lo podía saber, pero conocerlo siempre fue tu sueño, sino porque habías aceptado ese traslado a Corea? Lejos de tu país, tus amigos, tu familia?

Les deseo la mejor de las suertes. Les deseo dicha eterna. Les deseo la felicidad absoluta. Les deseo… deseo que me perdones, Adriana. Por no decirte como me sentía. Por ocultártelo especialmente a ti. Si tú me contabas todo, confiabas en mí y yo me guarde todo.

Lo siento de verdad.

Te amo hermanita. También amo a Jaejoong. Los amo a los dos y por eso deseo que sean felices.

Para cuando leas esto ya estaré rumbo al aeropuerto. Discúlpame por no despedirme de ti, pero no quería que me vieras llorar, este es tu día y no tiene porque llenarse de lágrimas de dolor, solo de lágrimas de felicidad.

Te amo. Se feliz.

Con cariño. Virginia.

PD: si se porta mal dímelo y me regreso inmediatamente para despellejarlo vivo o.ó! XD-.


Addie rió con eso último. Se seco las lágrimas y sonrió, apretando la mano de Jaejoong.

Gemela… gracias…

No… gracias a ti.

[Fanfic]Gracias 2

Todo pasa por algo

Me encontraba sin rumbo en mi auto rentado, con mis maletas en la cajuela y sin idea alguna de a dónde ir. El plan era tomar un avión hacia Venezuela, pero por errores de la aerolínea, mi reservación fue cancelada, así que aun me encontraba en esta ciudad y la noche iba cayendo. Me detuve en un mirador con el cual estaba más que familiarizada.

Me estacioné cerca de aquel gran árbol y me quede simplemente admirando el final del atardecer, sentada aun dentro del auto y no pude evitar recordar la primera vez que vine a este lugar. Fue con él...


***Flashback***


“Waaa! Es hermoso!” exclamé. La vista de Seúl de noche era hermosa e imponente. Era totalmente diferente a lo que acostumbraba ver desde el Cerro el Morro, allá en casa.

Él apago el auto, tomando un par de mantas y saliendo del carro. Acomodo una de las mantas en la grama, cerca de un gran árbol que se encontraba a unos pasos del auto, haciéndome un ademan para que lo acompañara.

Y así lo hice. Deje mi bolso dentro y salí. Camine algo dudosa, él lucia extraño ese día.

Me senté a su lado, recostándome del tronco del árbol. Tomo la otra manta que traía y nos arropó a ambos, el siempre tomaba precauciones para todo.

Esa noche estaba especialmente fría. Podía ver como mi aliento salía de mi boca en forma de humo.

Nos acurrucamos bajo el árbol y las mantas buscando un poco de calor y nos quedamos en silencio por un buen rato. Yo me preguntaba el porqué me había traído a ese lugar así de la nada y también me preguntaba el porqué no habían (aún) una que otra fan loca por ahí.

Lo escuche suspirar y suavemente comenzó a hablar. “Me gusta venir por las noches a este lugar,” dijo, admirando el paisaje. “Es tranquilo y muy pocas personas lo conocen, es como mi lugar secreto, a donde puedo escapar cuando necesito pensar o cuando simplemente necesito sentirme como alguien normal.” Dijo y yo solo lo observaba. No tengo palabras para describir lo hermoso que se veía bajo las estrellas.

Me miro con el rabillo del ojo. “qué piensas?” me preguntó.

En lo hermoso que te vez, lo mucho que te amo y que jamás podre decírtelo. “Si es tu lugar secreto, porqué me trajiste?” conteste su pregunta.

El sonrió de lado y algo dentro de mí se revolvió. “Porque tengo algo importante que decirte…” dijo devolviendo la vista al paisaje. “…y porque eres mi mejor amiga.” Dijo y yo sonreí.

Sin embargo, fue una sonrisa agridulce, ya que sabía que me veía como su amiga, nada más. Pero era realista, sabía que nada podía pasar entre nosotros. Es por eso que atesoraba esa amistad.

“También eres mi mejor amigo, Jaejoong.” Le respondí, aún mirándolo.

“Este lugar, Vi, es mi lugar de escape, y quería que vinieras conmigo, porque te lo presto,” dijo retomando el contacto visual conmigo. “cuando te sientas mal, triste, o simplemente quieras escapar, y yo no estoy alrededor, te presto esta colina, este árbol.” Sonrió un poco. “Pero las cobijas las traes tú!” exclamó sacándome la lengua de manera juguetona. “Porque estas son mías.”

Yo solo me pude reír ante la actitud tan infantil y posesiva de Jaejoong. “Jae, son azul bebé, tiene nubes y animalitos…” comenté. Sabía perfectamente que odiaba que le criticaran su cobija.

“Me la regalo Addie, así fuera fucsia y con hello kitty la usaría.” Dijo volviendo a sacarme la lengua.

Mi sonrisa callo un poco ante en nombre mencionado. Addie. Mi hermanita. Su novia.

“Y que es eso importante que me tenias que decir?” dije cambiando el tema.

El suspiro profundamente y metió la mano en uno de los bolsillos de su chaqueta, sacando de ella una cajita aterciopelada negra.

“Esto.” Dijo y me entrego la caja.

Yo fruncí en seño. Dios, que no sea eso. Pensé mientras la abría con un miedo terrible recorriéndome.

Por fin la termine de abrir y solo pude hacer como el típico lobo de las comiquitas. Mi quijada callo metafóricamente contra el suelo.

“Es en serio?” le pregunté mirando sus ojos en busca de la verdad. El asintió y no vi por ningún lado indicios de que mentía. Era cierto.

Dentro de la caja había tres anillos.

Dos que hacían juego, lisos, simples, solamente tenían sus nombres grabados por la parte interior de ellos.

El otro era un hermoso anillo de plata con tres diamantes. Dos pequeños a cada lado de uno enorme de color rosa.

Dos anillos de matrimonio y uno de compromiso.

Oushh…


***Fin del flashback***


Cerré mis ojos y deje que un suspiro fuerte, profundo y lento me relajara.

Con mi mano derecha tanteé el reproductor y lo encendí, un poco de música me ayudaría un poco.

Dakishimetai dakishimete itai
Dakedo kimi wa boku no mono jyanai
Ibitsuna kokoro ga ima
Dakishimetai dakishimechya ikenai
Afureru hodo tokeru hodo motomete irunoni
Taxi wo tomete yakusoku mo kawasazu
Kimi no te afure


“Por favor! Deja de poner a prueba mi paciencia!!” exclame fuerte frustrada. De tantas emisoras de radio, vine a escuchar esa, de tantos artistas, justamente son ellos los que cantan, y de tantas canciones que tienen, JUSTAMENTE esa es la que sonaba en esos momentos.

“Maldita sea, la maldita canción…” murmuré y apague furiosa el reproductor. Si había una canción que me describía a la perfección, pues era esa, ya que estaba enamorada de mi mejor amigo, y no podía hacer nada al respecto. Menos ahora que estaba casado.

Apague el motor y salí del carro, caminando hasta el capó y recostándome de él. Can you hear me out there? Will you hold me now? Hold me now? My frozen heart… cantaba Olivia en mi cabeza mientras que murmuraba bajito la letra.

Era sencillamente genial, ahora me auto-torturaba. Bufé con una sonrisa irónica y sentí mis ojos arder. Diablos. Porque tenía que ser tan llorona? Está casado Virginia, lo sabes, termínalo de aceptar. Hasta les deseaste lo mejor.

Pero sabía perfectamente que aun no lo aceptaba. Es por esa razón que huía. Por eso no fui a la recepción de la boda la cual se estaba llevando a cabo en ese preciso instante. Por eso fue que cobardemente decidí regresarme a casa.

Pero no, algo no quería que me fuera. Pero, para que quedarme? Necesitaba irme de ahí lo más pronto posible, necesitaba huir, escapar. Creo que por eso termine precisamente en esta colina, bajo este mismo árbol.

Escuché pasos sobre el césped y sin voltear a ver quién era hablé. “Primero, como sabias que estaba aquí? Segundo, porqué no estás en la recepción? Y tercero, me abrazarías? Por favor?” dije y lo escuche suspirar y caminar hacia mí.

Me empujo del capó y se recostó él, para luego recostarme a mí de su pecho, paso sus brazos alrededor mío y suavemente me contestó, colocando su barbilla en mi hombro. “Uno, eres predecible. Dos, sabes que yo no los conozco, fui porque GD es amigo de Addie. Y tres, las veces que me lo pidas.” Finalizó y ambos nos quedamos en silencio viendo el sol ocultarse.

Su abrazo era muy cálido, debía reconocer, siempre lo fueron. El era una persona de sentimientos muy hermosos, era un poco alocado, tonto, cariñoso, sexy (si, lo admito era muy sexy) pero tenía un solo defecto.

Estaba enamorado de mí.

El era quien recogía los pedazos de mi corazón cada vez que mi mejor amigo lo rompía. Él era el que secaba mis lágrimas. El que me alegraba un poco el día. Dándome ánimos. Porque tuve que conocerlo a él en esas circunstancias?


***Flashback***


“G-Monkey!!” exclame al teléfono.

“Vi, hasta cuándo? Es G-Dragon, D-R-A-G-O-N dragon” hizo énfasis.

“Te la pasas brincando, jugando, haciendo morisquetas todo el día. Pareces más un mono que un dragón, perdóname pero discúlpame” exclame eso ultimo en español y el soltó una risa.

“Bueno, bueno G-Monkey, como quieras. Cuál es el plan?” Me preguntó. Planeábamos una fiesta sorpresa para Addie, ella cumplía un día antes que yo, así que quizá se esperaba una fiesta el 2 de septiembre, para celebrarlo juntas. Era emocionante, jamás había organizado una fiesta sorpresa.

“bueno, Jaejoong la llamara diciéndole que estará ocupado hasta tarde en la noche con cosas del grupo, así que necesito que la invites no sé, al cine y a cenar, necesito que la entretengas por la tarde y parte de la noche.” Le dije.

“Bueno, eso es todo? Entretenerla hasta las…?”

“7:30 PM”

“7:30 PM, listo. Hey!” dijo antes de colgar. “Jaejoong te ayudara, no?” me preguntó.

“La verdad, Jaejoong estará ocupado como hasta las cuatro de la tarde, pero no te preocupes, yo puedo sola” le respondí alegremente. De verdad esperaba poder.

“Ni hablar, te voy a enviar un ayudante.” Dijo y colgó la llamada. Así no más.

Me quede como lela viendo el celular con el seño fruncido. Qué demonios planeaba el mono ahora?

Me encogí de hombros y me puse manos a la obra. Había primero que limpiar el apartamento. Me puse unos shorts, una camisa ligera y ate mi cabello en una coleta alborotada. Tome la escoba y comencé con la labor.

Al cabo de unos 30 minutos, el timbre de la casa sonó. Me extraño un poco. Y si era Addie!? Me puse como loca a esconder los globos y demás decoraciones. Pero, si es ella, porque toca? Ella tiene llave…

Así que me dirigí hacia la puerta, la abrí un poco y de verdad no creía lo que mis ojos veían.

“Taeyang!?” exclame parpadeando, y si, ese definitivamente era Taeyang. Pero, que hacia aquí si tenía entendido que Addie era amiga de G-D nada más?

“Qué…?”

“El monkey me envió para ayudarte” respondió tranquilamente y yo solo me quede ahí viéndolo.

“Ah… ya va... QUE!? Que el mono te qué?” le pregunte, no había caído.

“Si, me dijo que necesitabas ayuda con una fiesta, así que gustosamente acepte.” Hablaba muy formalmente, y eso me incomodaba, en mi país no acostumbramos a hablarnos así entre personas de la misma edad.

“Ok, pero con una condición” me ofrecía ayuda y yo le ponía condiciones? Lean, ya verán que…

“Escucho.” Respondió.

“Deja de hablar tan formalmente, me incomoda, tenemos la misma edad por dios.” Exclame con una sonrisa en los labios. Y el también sonrió algo tímido. Era tan cute!

La tarde paso rápidamente y mas con una compañía agradable. Resulto que Taeyang y yo teníamos muchísimas cosas en común, y terminamos de arreglar todo a tiempo. Se despidió pero con un severo recordatorio de mi parte de que tenía que venir a la fiesta, solo teníamos dos horas para arreglarnos, así que él se fue, luego de nuevamente decirme que si vendría.

Dos horas más tarde el apartamento estaba lleno de gente. Jaejoong se veía algo nervioso, pero contento. Junsu y los demás chicos estaban charlando tranquilamente en los sofás de la sala. Varios compañeros de trabajo de Addie también se encontraban ahí, lástima que fu familia no estaba…

De repente sonó el timbre y todos nos callamos, pero yo estaba tranquila, G-Monkey me dijo que me avisaría cuando llegaran, lo que quería decir que el que tocaba era…

“Tae!” exclame contenta, lucia totalmente diferente a como lo vi en la tarde. Llevaba unos jeans desgastados, con una camisa de botones blanca y su respectiva chaqueta. Semi formal. Pero sé que más de una en la habitación soltó un suspirito al verlo.

Entramos y les presente a los chicos, los compañeros de Addie, a todo el mundo en fin. Estaba a mi lado y no se separaba, quizá era porque no conocía a nadie en la fiesta, pero no me molestaba para nada su presencia, todo lo contrario, me agradaba, y mucho.

De repente mi celular sonó y les dije q todos que hicieran silencio, ya que en la pantalla leí G-Monkey-Monkey.

“Si Daesung, recibí tu mensaje, dejare a Addie en su casa y te llevo las películas que me pediste…” hablo G-D al teléfono y luego colgó, sin esperar mi respuesta, pero, que le podría responder?

“Shhh! Ya vienen! Jae! Apaga las luces!” exclame hablando en un susurro fuerte.

“…jajaja si! Esa fue mi parte favorita! Gracias G, me alegraste el día, al parecer nadie se acordó de mi—”

“SORPRESA!!!!!” gritamos todos juntos, encendiendo las luces y lanzándole papelillos y bambalinas a Addie, la cual estaba con los ojos completamente abiertos y cubría su sonrisa con una de sus manos.

“Pero… pero…” fue todo lo que de su boca salió, estaba sorprendida, la fiesta sorpresa había sido un éxito!

Jaejoong la abrazó y le dio un fugaz beso en los labios, dándole su respectivo feliz cumpleaños y yo no pude evitar voltear para otro lado. Siempre me incomodo un poco que hicieran eso en mi cara.

Pero al parecer mi acto no paso desapercibido ante los ojos de Taeyang. Había visto mi incomodidad, así que me saco de mis pensamientos ofreciéndome una copa de vino la cual gustosa acepte. Menos mal y estaba ahí alguien conmigo…

La noche fue avanzando y la fiesta estaba a penas en su clímax. Me encontraba en el balcón del departamento, tomando un poco de aire fresco y charlando con Changmin y Taeyang, pero el sonar de unas copas nos hizo voltear nuestra atención hacia la sala.

“Señoras y señores, tengo algo importante que anunciar” dijo Jaejoong y yo me lo quede viendo intrigada. Changmin entro a la habitación, dejándonos afuera a Taeyang y a mí.

“Es la hora de darle mi regalo a mi novia” dijo soltando una de esas sonrisotas que desmayan a cualquiera.

“Addie…” dijo poniéndose al frente de ella, y note como metía su mano en el bolsillo de la chaqueta y me congele inmediatamente. “No, no lo hará…” murmure bajito, colocando mi mano en mi pecho y dando un paso hacia atrás. Taeyang se dio cuenta de mi cambio y se acercó a mí.

“Estas bien?” me pregunto colocando una de sus manos en mi hombro.

Yo solo veía la sala. Era como una escena de una película. Jaejoong se arrodillo sobre una de sus rodillas y saco la cajita aterciopelada negra. Abriéndola lentamente y dejando ver su contenido.

El anillo de compromiso.

“Te casarías conmigo, Addie?” preguntó y mi vista inmediatamente se nublo. Mi mundo parecía venirse abajo. Parpadeé alejando las lágrimas y seguí viendo la escena. Taeyang ahora lucia preocupado, pero se estaba dando cuenta el porqué de mis reacciones, yo era demasiado obvia, al menos para él.

Addie sonreía de oreja a oreja, vi que abrió la boca para decir algo pero nada salió de ella, así que asintió fuertemente, como si se le fuera a salir la cabeza. Jaejoong tomo su mano y deslizo el anillo en su dedo. Le quedo a la perfección. Jaejoong se levantó y abrazo a Addie fuertemente, alzándola unos centímetros del suelo y dándole unas cuantas vueltas. Estaban felices.

“Vi…” Taeyang se coloco en frente de mí, tapando con su cuerpo la escena en la sala. Yo desvié mi vista hacia su rostro “Yo…” susurré y el simplemente me abrazó.

Así. Si más. Me abrazó y sentí un calor reconfortante emanar de su cuerpo. Era justamente lo que necesitaba en esos momentos. Alguien que recogiera los pedazos rotos de mi corazón.

“VI!” escuché que Addie exclamó. “Donde esta vi!?” dijo buscándome por todo el apartamento, hasta verme en el balcón.

“VI!! Me caso! Gemela! Me caso con Jaejoong! Lo puedes creer!?” exclamaba emocionada, tomando mis manos y dando brinquitos los cuales ceso al verme llorando. “Vi, que sucede?” me pregunto preocupada, pero yo suspiré entrecortadamente, tragándome ese nudo que tenía en la garganta y colocando mi mejor sonrisa.

“Es que, solo estoy muy contenta por ti. Lo vi todo desde aquí, felicitaciones Addie, sé que esto significa mucho para ti. Te deseo lo mejor del mundo.” Le dije sonriendo abiertamente, pero mis lágrimas no paraban de rodar por mis mejillas. “Hwaiting!” exclame con el puño al aire y ella rio conmigo. “Addie, ya vuelvo, debo de parecer un oso panda, tanto llorar me corrió el delineador” le dije bromeando, pero necesitaba salir de ahí.

Ella asintió y me puse en camino hacia el baño, solo que en vez de entrar a este, abrí la puerta de mi cuarto, una mano me detuvo.

“Vi…” me llamo con esa dulce voz, lucia algo preocupado, pero debajo de eso, sus ojos lucían extremadamente felices. “Que pasa?” me preguntó.

Yo sonreí y negué con la cabeza. “Nada tonto, solo me emocione más de la cuenta, ya sabes lo llorona que soy para algunas cosas.” Le dije y el también sonrió. “Addie quiere que seas la madrina de la boda” me informo y sentí un puñal frio clavarse en mi estomago.

Con una sonrisa asentí. “Más le valía pedírmelo a mí, si no la mataba!” dije juguetonamente y Jaejoong se despidió, para que yo me “arreglara el maquillaje

Me quede ahí estática, mis lagrimas habían cesado. Por ahora. Mire el suelo mientras escuchaba sus pasos alejarse. Suspire y me volteé, pero nuevamente una mano detuvo mi caminar. Esta vez era Taeyang.


***Fin del flashback***


Yo siempre he creído y he seguido un dicho que leí en unos de los tantos fics que leí a mis tempranos veintes.

Everything happens for a reason.

Y ciertamente todo sucedió por alguna razón. La razón por la cual conocí a Jaejoong, fue para que mi hermanita fuera feliz…

Creo que el que mejor me queda en este momento es:

When fantasy becomes reality, reality has consequences.

Y valla consecuencias.

“Vi…” me llamó Taeyang y yo volteé mi rostro hacia él. Le daba la espalda y el tenia su barbilla en mi hombro, por lo tanto nuestros rostros estaban muy cerca. “tienes que superarlo, seguir adelante, continuar con—”

“Y crees que no lo intento!?” le respondí de mala gana deshaciendo el abrazo y parándome a unos pasos de él. “crees que no sé que esto que siento jamás será correspondido? Crees que me agrada la idea de ser miserable?!” dije con mis ojos empañados, mirándolo con el seño fruncido.

“Diablos Vi!” dijo levantándose del auto y caminando hacia mí. “Lo que realmente me molesta es que estas tan metida en tu mundo, que no ves mas allá de tus narices! Abre los ojos y ve a tu alrededor! Ve—”

“Tengo mis ojos completamente abiertos Tae!!” le dije fúrica. “es por eso que me siento como me siento! No lo entiendes!?”

“No!” gritó, jamás lo había visto molesto, y mucho menos en ese grado. “No lo entiendo Virginia! No entiendo cómo es que—”

Me llamo Virginia.

“maldita sea Taeyang! Debí haber sido yo!!” grité con las lágrimas fluyendo libremente de mis ojos. “Maldita sea! Debí haber sido yo! La que estaba de punta en blanco con el velo de novia, con el anillo de compromiso! La que debió estar casándose el día de hoy!” mi voz se quebró al final de eso. “Debí haber sido yo…” caí al suelo de rodillas y me senté en él. Arrancando la grama entre mis puños. “Claro que tengo los ojos abiertos Tae,” dije en un susurro y él se acercó a mí, agachándose y quedando al frente de mí.

“Todo lo que te dije ayer, lo dije en serio Vi.” Dijo y seco con su pulgar mis lágrimas. “te amo, y esperare el tiempo que sea necesario. Siempre podrás contar conmigo, para lo que sea. Siempre estaré ahí.” Dijo dulcemente acariciando mis mejillas.

Yo mire el suelo, y con lágrimas frescas en mis ojos, mire los de él. Sinceros. “lo sé Tae, no soy ciega, ya te lo dije, tengo los ojos bien abiertos. No sabes cómo me gustaría poder corresponderte—”

“lo harás.” Afirmó Taeyang como si fuera un hecho. “con el tiempo las heridas sanaran, y veras las cosas en otra perspectiva”

Fueron las palabras más dulces que jamás escuché. Lo abrace por el cuello y empecé a sollozar. Mi llanto fue aumentando, tenía demasiado peso encima, necesitaba desahogarme, y lo necesitaba urgentemente.

No tenía idea de la hora que era, ni mucho menos me podía importar, Taeyang y yo nos recostamos del gran árbol, arropados con unas mantas que llevaba en mi maleta. Me encontraba nuevamente dándole la espalda, recostada de su pecho y sentada entre sus piernas. Podía escuchar su corazón latir y sentía su pecho subir y bajar, respirando calmadamente. Me sentía en paz, tranquila. Sus abrazos siempre me transmitían eso.

Baje mi mano, encontrándome con la de él, e inmediatamente y como por instinto, las entrelazamos. Baje mi mirada y vi mis dedos entrelazados con los de él y una leve sonrisa se asomo por mi rostro.

Seria duro, y largo el camino para olvidar a Jaejoong, pero, no les parece que cuando están con una compañía amena, el camino se hace como que más corto?

Definitivamente, Everything happens for a reason.